Rumbo a La Copa Mundo 2010: El Salvador 4 Islas Caiman 1.

El Salvador golea a Islas Caimán



Escrito por El Gráfico
Martes, 06 de Septiembre de 2011

SAN SALVADOR. La selección de El Salvador se impuso 4-1 a la de Islas Caimán, en partido disputado en George Town, capital de la isla caribeña, y que deja a El Salvador como líder en solitario del grupo A de la eliminatoria de la CONCACAF.

Los goles cuscatlecos fueron anotados por Christian Bautista (49'), Luis Anaya en dos ocasiones (62' y 79') y Rafa Burgos, en el tercer minuto de descuento. Por los locales anotó Mark Evans, al 73, por medio de un penalti.

El conjunto salvadoreño dominó a sus anchas el partido durante todo el tiempo, pero en la primera mitad padeció de falta de claridad para ir al frente, pues cada vez que lo intentó chocó con la defensa de los caribeños.

Para colmo, un disparo de Christian Bautista se estrelló en el poste. Fue el primero de tres balones que terminaron en los tubos a lo largo del partido.

Así se fue el primer tiempo, con la sombra de la duda y el manto de la ansiedad cubriendo a la selección de El Salvador.

Para el segundo tiempo, El Salvador intentó llegar con más orden, y los frutos se vieron a los cuatro de reiniciado el partido, cuando Bautista se lanzó de cabeza para anotar el primer gol, tras asistencia de Rodolfo Zelaya.

El Salvador pareció sacudirse sus demonios, y se vino el segundo, cuando Anaya remató de cabeza un centro desde la izquierda y se adelantó al portero Selay.

Cuando parecía que la azul y blanco se encaminaba a la goleada se vino el descuento de Islas Caimán, a través de Evans, que hizo efectivo un penalti.

Anaya alejó el marcador a 11 del final cuando en otro tiro de esquina se encontró con la pelota y solo la tocó para que se fuera al fondo. El último tanto, esta vez de Xavi García, llegó de otra pelota a balón parado, a la que cabeceó sin marca.

Con esta victoria, El Salvador llega a seis puntos, por cuatro de Surinam, uno de República Dominicana, y cero de Islas Caimán.

"No sabíamos nada del rival"

SAN SALVADOR. Al final del juego ganado 4-1 a Islas Caimán,el volante Carlos Romeo Monteagudo, entrevistado por Carlos Aranzamendi, director de deportes de radio Monumental, comentó que el juego "fue complicado en el primer tiempo. Se nos complicó, pero lo que importa es irse con la victoria de tierras caribeñas".

Monteagudo, jugador del Firpo, ha sido titular con Israel en los dos juegos eliminatorios disputados. Mencionó que los locales en esta noche de martes apostaron por meter muchos jugadores atrás, cerrándose para dificultar las oportunidades de gol de los cuscatlecos.

"No sabíamos nada del rival y fue complicado. Con República Dominicana en el Cusca pasó lo mismo, pero ahora fue más notorio. El trabajo se hizo y ganamos, es lo importante", añadió el volante por derecha. "Estamos líderes (en el grupo A de la segunda fase de la CONCACAF) y hay que seguir siendo líderes, imponiendo lo nuestro".

En la siguiente jornada los salvadoreños visitarán a República Dominicana, el 7 de octubre, fecha en la que se retomará el proceso eliminatorio.

El Salvador volvió a perdonar

La Selecta ganó con un solvente 4-1 a Islas Caimán que pudo ser más amplio, pero los postes y el portero evitaron una goleada mayor

Publicado por elsalvadorfc.com el Mar, 2011/09/06

Pudieron ser más pero al final fueron cuatro con tres anotaciones que llevaron el sello de “zagueros”. La azul y blanco ganó su segundo encuentro y dio un paso importante en las eliminatorias de la Concacaf.

De principio a fin la selecta dominó el juego contra Islas Caimán. Aunque acusó el mismo mal de otros partidos: la falta de pegada.

Al 14´, un disparo de Osael Romero fue desviado por Xavier García pero el poste negó el primero para El Salvador. Casi en la siguiente jugada, Zelaya aprovechó un rebote y disparó a arco. Sin embargo, el arquero caribeño la tapó como pudo.

Pese al dominio, el conjunto de Rubén Israel careció por momentos de sorpresa. No obstante, el panorama se aclaró luego del descanso. “Fito” Zelaya prolongó de cabeza para Bautista, quien la envió al fondo con otro cabezazo. La dinámica no se modificó y los cuscatlecos encontraron el segundo en el marcador. Sobre los 62´, Anaya aprovechó una mala salida del cancerbero Sealy, quien en una jugada anterior había tapado un potente disparo de Monteagudo.

Cuando todo pintaba para que el resultado siguiera aumentado, Islas Caimán puso el descuento sobre el 72´ por la vía penal.

El gol le puso dramatismo al partido, pero éste fue disipado a diez minutos del final cuando nuevamente el capitán Anaya puso el 3 a 1. Xavier García quiso unirse a la fiesta y sobre el tiempo de descuento marcó el 4 para la selecta.
Islas Caimán: Sealy, J Ebanks, Hernández, Macfarlane, Cupid, Solomon, Lindo, Sánchez, M Ebanks, Brand, Wood.

El Salvador: Portillo, García, Anaya, Turcios, Monteagudo, Flores (Edwin Sánchez al 67´), Romero, D. Alas, J. Alas (Arturo Álvarez 56´), Bautista (Rafael Burgos al 67´), Zelaya.

Sin amonestados en Islas Caimán

El árbitro chapín Elmar Rodas no pasó ningún apuro para impartir justicia en el duelo que ganó la Selecta a los caribeños

El árbitro guatemalteco Elmar Rodas Hernández tuvo una actuación aceptable en el partido en que la selección de El Salvador se impuso 4-1 a Islas Caimán.

El partido fue poco exigente para el árbitro central y no hubo jugadas polémicas que pudieran poner en aprietos al guatemalteco.

Lo más relevante en el arbitraje fue al minuto 72´, cuando el capitán salvadoreño, Luis Anaya cometió una falta dentro del área. Rodas no dudó en decretar el tiro desde el punto penal.

De esta manera Elmar Rodas sacó el partido en blanco, pues no tuvo necesidad de mostrar ninguna tarjeta.

El Salvador es líder

Los resultados de los otros encuentros y las dos victorias de nuestra selección nos ubican en la primera posición del grupo

Con el triunfo de la azul frente a Islas Caimán, el equipo salvadoreño se ubicó con 6 puntos en la primera posición del grupo, con dos victorias, una en casa y otra de visitante. Su más cercano rival Surinam que lleva cuatro puntos con una victoria y un empate, respectivamente.

Por otro lado, República Dominicana lleva una derrota y un tablas que lo hacen acreedores de 1 punto, mientras que Islas Caimán aún no sabe qué es sumar y no acumula ningún punto a favor.

El Salvador 6 puntos, Surinam 4, República Dominicana 1 e Islas Caimán 0.

El Salvador venció a un débil rival y mereció más goles. Esta vez usaron la cabeza

El Salvador superó 4-1 a Islas Caimán y quedó como puntero del Grupo A.



Claudio Martínez Enviado especial a Islas Caimán deportes@elsalvador.com
Miércoles, 7 de Septiembre de 2011
El Diario de Hoy

GEORGE TOWN. Se ganó. Y más de medio a cero, que era lo mínimo que pedía Israel para poder festejar. Se goleó, que era lo mínimo que pedían muchos de ver antecedentes y el ranking FIFA de ese precario equipo de Islas Caimán. El 4-1 final no termina reflejando, una vez más, la superioridad de la Selecta sobre este seleccionado local al que salvó su buen portero Ramon Sealy, los palos en tres ocasiones y la ansiedad y mala puntería de algunos jugadores salvadoreños, que dilapidaron innumerables ocasiones de gol. Lo bueno: tres goles de cabeza en un solo juego. ¿Quién lo diría?

Si la idea era llevarse los tres puntos, objetivo cumplido. Si la idea era quedar como líderes del grupo A, misión cumplida. Si la idea era consolidar el equipo, se va por buen camino. Al menos para estos partidos, la dupla Denis Alas y Osael Romero funciona. Fito siempre será una amenaza, no importa el adversario. Bautista muestra ganas, es atrevido. La defensa casi no tuvo trabajo, pero no deja de ser un alerta que le hayan convertido tres goles en dos juegos: un tiro libre, una jugada en offside y uno de penal.

Probablemente no haya jugado bien la Selecta. Es cierto, costó desatascar un partido que parecía más fácil, igual que contra Dominicana. Un tiempo sin goles, aunque con muchas oportunidades. Bastaba un gol para abrir el partido, y llegó por una jugada originada desde la banda, tal como lo había pedido el entrenador uruguayo en los días previos y nadie le había hecho caso en los primeros 45 minutos. Centro de Fito Zelaya, nadie de los defensores anticipó y llegó el Pibe Bautista para facturar de cabeza. Después, como ocurre casi siempre, todo fue más fácil.

El equipo local, limitado, noble y bastante ingenuo, adelantó sus líneas empujado por su gente, que los alentó como si estuvieran jugando la final del Mundial durante gran parte del juego. Sólo aplausos, sólo gritos. Nada de reproches. Pero Fito Zelaya no estaba fino con la definición ni tampoco con los pases, entraban demasiado por adentro y más que un partido de fútbol los 22 jugadores parecían elementos de un pinball donde la pelota rebotaba de un lado al otro sin destino…

Entonces, cuando los palos empezaban a hacer sufrir a Israel, que se tomaba la cabeza y miraba hacia abajo en cada gol fallado, llegó el gol de la tranquilidad. O eso pensaban… Luis Anaya, que casi no tuvo trabajo en defensa, se elevó en el área rival para poner el 2-0. También Anaya, que siempre está en todas, en las buenas y en las malas, fue el protagonista de la jugada en donde derriba a Woods y sancionan penal. Mark Ebanks, el goleador e ídolo local, provocó con su gol el grito más ruidoso de la noche.

Después, a pesar de algún intento aislado, todo volvió a ser de El Salvador. Todos tuvieron para anotar. Desde Osael hasta Fito Zelaya, pasando por los sustitutos Arturo Álvarez y Rafa Burgos. Sin embargo, volvió a ser el capitán Luis Anaya el anotador. El defensor recogió un rebote luego de un cabezazo de Víctor Turcios y la mandó adentro otra vez. Hubo un hecho que mostró las verdaderas intenciones de El Salvador y fue la actitud de los jugadores salvadoreños tras el tercer gol. Fueron a buscar la pelota adentro del arco para sacar rápido, como si estuvieran perdiendo y necesitaran dos goles más para empatar el partido. Ese ímpetu, que a veces se transforma en ansiedad, ayudó a fortalecer la idea de ataque hasta el último minuto. Por eso, otro defensor, esta vez Xavi García, estaba dentro del área en medio de todos para cabecear y poner el 4-1 final y celebrar su primer gol con la camisa de la Selecta. Para ese entonces, al 93', los entusiastas caimanenses ya habían dejado el estadio.

El Salvador ganó, goleó y es líder del grupo. ¿Se puede pedir algo más? Sí, todavía se puede jugar mejor y ser más contundentes. Quizás sólo sea cuestión de tiempo…

El Caribe, a su ritmo

Hubo poco ambiente y afición en el Truman Bodden, en George Town



El fútbol de Caribe nunca deja de dar sorpresas. Si faltaba algún ejemplo más, vale esta experiencia de Islas Caimán. Si en la previa se veía que no había mucho ambiente, bastaron un par de situaciones en el Truman Bodden Stadium para comprobarlo. Si alguien imaginaba una multitud pendiente del juego, calles cortadas, largas colas, caos de tránsito... No, nada de eso. Una hora antes del pitazo inicial, la única sentada en su grada era Shimari, una niña de 11 años. Insólito.

A 45 minutos del partido, todavía se podían contar los espectadores: 12 en una tribuna, 15 en otra. Total 27. Pero sobre la hora del comienzo, e incluso mucho después, empezó a llegar la gente. Al principio con camisetas del Real Madrid, Chelsea, Arsenal y hasta varias de Honduras. Pero poco a poco, el estadio empezó a entrar en una tranquilla ebullición. "¡Vamos a ganarle a El Salvador!", decían Roger y Lisa, dos caimaneses muy entusiastas que alentaron durante todo el partido con la camiseta original Kelme y se fueron –a pesar de la derrota– tan felices como antes. Les bastó, como a muchos, haber celebrado un gol –de penal, pero gol al fin– ante una selección que ellos consideran "gigante de la Concacaf".

Al ritmo de Bob Marley y de Lame, ídolo de la canción local, todos disfrutaron del show, pero nadie como Isabel Hernández, una salvadoreña que vive hace seis años en George Town y qu e está casada con Harold, un caimanés al que logró convencer y vestir con la azul de la Selecta para ir al estadio. Con ellos, también con la camisa de la selección, Arisa, la niña de ambos. "Soy la única salvadoreña que vive aquí y hoy lo pude comprobar, de haber alguien más, la hubiera encontrado aquí", contó Isabel, quien trabaja para una clínica privada.

Ni tan bueno ni tan malo

El Salvador sumó su segundo triunfo en la eliminatoria al vencer a Islas Caimán 4-1.



Escrito por Denni Portillo
Miércoles, 07 septiembre 2011
La Prensa Grafica

Dos partidos, dos triunfos, pero también dos grandes interrogantes. ¿Así queremos ir al mundial? Y ¿dónde está el juego brillante que dice Ruben Israel? El Salvador sumó ayer otros tres puntos en la ronda de grupos de la eliminatoria a Brasil 2014, en un partido maquillado con cuatro goles pero tan incoloro como las arenas de Islas Caimán.

Cuatro goles, sí; tres tiros a los postes, sí; mayor posesión de balón, sí. Todas ante una selección a todas luces inferior a El Salvador. No es menosprecio, es la realidad. Entonces, ¿por qué otra vez la sonrisa por el triunfo de la selección se queda en una mueca momentánea?

Quizá sea el hecho de ver cómo una selección de “profesionales” se desordena cuando juega con una de “no profesionales”, quizá sea el hecho de recibir un gol en contra de una selección que solo ha anotado seis en los últimos tres años –incluidos cuatro a Anguila– o quizá sea la desazón de no entender qué hace Rodolfo Zelaya fuera del área chica, donde se supone que deben pararse los delanteros de referencia en el ataque de un equipo.

Sea lo que sea, la única certeza de todas es que El Salvador sumó otros tres puntos para continuar su camino a Brasil 2014 y que estos le permiten quedarse en solitario con el liderato de grupo. Un liderato que más que un mérito es una obligación para avanzar a la siguiente ronda y para hacer valer la historia de la Azul.

Empero, este es uno de esos casos en los que la evaluación debe ir más allá del resultado. A veces no importa el resultado sino cómo se consigue. En el último proceso eliminatorio no se consiguió el boleto al mundial pero cada partido finalizó con la satisfacción y la sensación de que la selección dejó todo en la cancha y que solo la suerte no permitió alcanzar el sueño. Ahora, apenas van dos juegos –con rivales de mucho menos calibre– pero los papeles de la realidad parecen invertidos: ahora se gana, la Azul no convence.

Si lo de República Dominicana el pasado viernes en el estadio Cuscatlán fue pararse a hacer estorbo para cortar las vías de conexión del mediocampo con la delantera criolla, lo de Islas Caimán fue incluso peor: ningún orden de juego, ninguna idea clara para crear peligro y un rival entregado a la suerte de lo que la pelota pudiera decidir qué sucedería.

Pasó lo lógico. Sucedió que El Salvador fue amo y señor de la pelota. La administró bien los primeros 20 minutos, en los que tuvo cinco ocasiones claras de marcar, pero el poste, un par de remates desviados y los guantes que parecían imanes del portero de Caimán volvieron a hundir a la Azul en el desasosiego.

Así, la selección cayó otra vez la búsqueda infructuosa de segundo o tercer gol sin siquiera haber anotado el primero. Luego de cinco oportunidades en 20 minutos, tuvo que esperar 19 minutos –hasta el '39– en un tiro libre de Rodolfo Zelaya para acercarse a la portería rival. Y acercarse en el concepto más relativo del término, ya que el tiro de Fito se fue desviadísimo de la meta de Ramón Sealy. Huérfano de ideas hacia adelante, el primer tiempo finalizó de la misma manera que el juego ante los dominicanos: empatado a cero.

Sin referente

Anclados en el 0 en el marcador, El Salvador respiró recién comenzado el segundo tiempo. Lo que no había hecho en toda la primera mitad se hizo en cinco minutos de la segunda, cuando Osael Romero tiró un globito sobre la defensa de Caimán, a cuya espalda entraba Fito, presto para asistir de cabeza a Cristian Bautista –opaco antes de la anotación, opaco después de esta–, quien solo la empujó al fondo para poner el 1-0.

La tranquilidad mentirosa de la ventaja en el marcador le permitió a Israel hacer sus movimientos. Llegó Arturo Álvarez por Jaime Alas, con la idea de ser más punzante adelante y, al '62, la Azul consiguió un tiro de esquina. Fito sorprendió jugando corto y el “Ruso” Flores puso el centro en el área, ahí donde Luis Anaya se adelantó a Sealy para aumentar a 2-0.

El juego estaba –o parecía– resuelto. Islas Caimán no había mostrado ningún arrojo o batalla verdadera al combinado nacional, que refrescó su ofensiva con las llegadas de Edwin Sánchez por Flores y de Rafael Burgos por Bautista.

Pero como todo lo fácil a El Salvador siempre se le acaba volviendo difícil, el juego de ayer no fue la excepción. Primero regalar un penalti y el consiguiente gol, y después permitir que Caimán se aventurara a tocar de primera y hasta a hacer volar a Dagoberto Portillo en un remate de fuera de área sobre el '78 que pasó cerca del ángulo superior derecho del portero.

La desesperación y el fantasma de Dominicana puso peso sobre las espaldas de los seleccionados. Desordenados en lo táctico, ya no se acertaba a ubicar qué hacía Fito Zelaya marcando en el centro del campo en lugar de combinando adelante o quién era el delantero de referencia, entre un Álvarez que desperdició un mano a mano ante el meta y Burgos, de presencia puramente testimonial.

Desorientada la zona ofensiva cuscatleca, fue la defensiva la que arregló el juego. El peso de la ansiedad atascó a los delanteros pero no a Víctor Turcios, quien pegó un salto monumental, al '80, para cabecear un centro que dio en el horizontal y quedó luego en los pies de Anaya, quien volvió a sacudir las redes y llevó la tranquilidad al combinado nacional.

Los últimos 10 minutos sirvieron para que Edwin Sánchez y Arturo Álvarez desperdiciaran sendas oportunidades de anotar, para que Fito Zelaya le atinara al otro poste de la portería y para que Xavi García —otro defensa— convirtiera el cuarto tanto cuscatleco para cerrar la goleada, también de cabeza.

Porque así, contradictoria, han resultado las dos primeras fechas de la eliminatoria para El Salvador. Dos triunfos con más fortuna que solvencia y más preguntas que respuestas. ¿En realidad ganarle así al 172.º del mundo es hacer fútbol brillante?

Lo único bueno fue la victoria

Pese a que ganó con goleada, la selección nacional volvió a mostrar una cara no muy agradable ante Islas Caimán.



Escrito por Santiago Leiva

La selección ganó con contundencia 1-4 en su visita a Islas Caimán, pero Carlos Castro Borja y Emiliano Pedrozo, quienes analizaron el partido para LA PRENSA GRÁFICA, terminaron decepcionados con el volumen de juego que mostró el combinado nacional.

Castro Borja había pronosticado de antemano un 1-3 y el resultado fue mayor, pero no le gustó en el rendimiento que ofrecieron los discípulos del uruguayo Ruben Israel.

“Ellos no son nada de profesionales y a ese partido quizá llegaron después del trabajo”, expresó el excontención de la Azul. “Ese equipo es más malo que pegarle a la mamá”, agregó “el Papo” respecto al rival.

Pedrozo, quien también vistió la camisa de la selección nacional, en 2004, y que esperaba un 5-0, tampoco escondió su decepción por el mal funcionamiento del conjunto cuscatleco durante casi todo el partido.

“Me pareció que no se vio un estilo de juego claro. El desorden del contrario también nos desordenó a nosotros”, expresó Pedrozo, “después de lo mostrado en la Copa de Oro creo que hemos perdido estilo”.

Y es que tanto Castro Borja como Pedrozo coincidieron en que Islas Caimán es un equipo sin muchos argumentos, y a partir de ahí se esperaba que la Azul hiciera un juego más brillante, de toque, pero acabó haciendo un partido desordenado en el que lo mejor fue que se anotaron cuatro goles.

Para Pedrozo el único tramo de juego en el que la selección mostró alguna brillantez fueron los primeros 20 minutos. Sin embargo, precisó que toda vez pasó ese tiempo los jugadores del combinado salvadoreño cayeron en ansiedad por llegar al gol. Castro Borja incluso dijo que los jugadores abusaron con el balón y siempre hacían una jugada de más en lugar de probar a portería.

Otro punto que ambos no aprobaron es la posición en la que terminó jugando Rodolfo Zelaya, pues durante muchos tramos de juego tuvo que bajar a la media a cumplir más con labores de creación que de atacante.

“Ahí Fito no pesa, tiene que estar dentro del área”, dijo Pedrozo toda vez que el goleador cuscatleco recogía el balón a más 35 metros de la portería contraria. “Mucha carga para Fito, quiere cobrar el córner y cabecear”, afirmó por su parte Castro Borja, quien igual que Pedrozo sostuvo que entre Zelaya y Cristian Bautista se hicieron atraso, lo mismo que con el ingreso de Rafael Burgos. De ahí que para estos analistas lo único rescatable es que se ganó el partido y que los tres puntos se vinieron para El Salvador.

"A ver si ahora me contratan en Rusia como goleador"

Luis Anaya vivió con humor el día después de su doblete



Claudio Martínez
Miércoles, 7 de Septiembre de 2011
El Diario de Hoy

ISLAS CAIMÁN. Aún faltan minutos para las seis de la mañana y Luis Anaya ya está otra vez de pie, desayunando incómodamente en una mesita del hotel junto a sus compañeros Christian Castillo y Dago Portillo, a punto de salir rumbo al aeropuerto. El sol apenas asoma en la bella George Town y todos tienen cara de dormidos. Es tan temprano que todavía no habilitan el salón del buffett, esa es la razón del desayuno express: un sándwich empaquetado, una barra de cereal y una cajita de jugos de naranja. Ideal, incluso, para llevarla en el bus.

"Jugué con gripe y con fiebre. No estaba del todo bien", dice Anaya mientras recibe el medicamento del doctor de la delegación y un vaso con agua. "Yo quería jugar igual, por la importancia del partido y porque uno siempre quiere estar. Ahora sí necesito descansar", señala Anaya, quien como parte de la terapia de recuperación le pidieron que nade en el mar para aprovechar sus sales.

Ante la pregunta si recordaba haber hecho dos goles en un mismo partido alguna vez, el capitán se ríe… Su amigo Christian Castillo, que lo conoce desde pequeño, no tiene dudas: "No, jamás hiciste dos goles, ni en la colonia…" Entonces Luisito replica: "Uhhh, no, creo que fue hace mucho tiempo, cuando estaba en el colegio, en el Exsal. Ahí hice dos goles en un partido".

Entonces interviene Dago Portillo. "Es que el Perro no se tenía fe. Lo tuve que mandar las dos veces al área, porque no quería ir… 'Andá que vas a anotar un gol', le decía. Y mirá lo que pasó…", cuenta el portero. "Muchachos, es que yo no cabeceo ni un velorio", replica Anaya, siempre con una salida ocurrente.

Los goles no lo marean, pero tampoco frenan su veta humorística. "A ver si ahora me contratan en Rusia como goleador, ¿por qué no? Que se cuide Fito Zelaya…", tira a la mesa. El resto ríe y Luis, después de darle un nuevo bocado a su sándwich, aclara: "Aquí no importa quién haga el gol sino que ganemos, y por suerte lo hicimos".

Bautista ahora es el Pibe de Oro

Dos partidos de eliminatorias y dos goles. El delantero de Metapán sigue su racha también con la camiseta de la Selecta.



"¿Qué hacesssss? Yo nací en Rosario y jugué en las inferiores de River, ¿qué te pasa?", dice Christian Bautista, imitando el acento argentino y justificando su apodo, El Pibe, que alguna vez le puso el entrenador Jorge "Chiqui" García cuando estaba en el Atlético Balboa y le quedó para siempre.

Van dos partidos y dos goles en las Eliminatorias, algo que le pone muy contento. "La verdad es que ellos no eran buenos, pero nos dieron guerra y en un momento sufrimos, sobre todo después de que se pusieron 2-1. El problema fue que el gol no llegaba, porque ocasiones tuvimos", comentó Bautista.

Su gol sirvió para abrir el partido… "No es mérito de él, estaba ahí y la pelota le rebotó en la cabeza" es la versión de Álex Escobar, compañero inseparable de Bautista, quien siempre le está provocando. "Callate, Rastra, que así igualito le hice un gol al Marte, con una palomita muy parecida. Esta vez me lancé de cabeza para anticiparme, porque creo que si intentaba darle con el pie me la sacaban antes. Es el olfato goleador que uno tiene, qué se le va a hacer…"

De repente, el Pibe se lleva la mano a la espalda y cuenta de sus heridas de guerra. "Me pegaron por acá. Los de Caimán eran algo ingenuos, pero un poquito duros, aunque creo que no sacaron ninguna amarilla, ¿no? En fin, lo importante son los tres puntos, que es lo que nos pidió el profesor Israel y lo que todos queríamos", cerró.